Washington 15 junio.- La sociedad civil interamericana y la defensa integral, universal e interdependiente de los derechos humanos enfrentan uno de sus mayores desafíos para lograr el pleno bienestar de la población de los países de la región.
Así quedó evidenciado tras la discusión entre organizaciones de sociedad civil, evento previo al diálogo informal con el secretario general de la Organización de Estados Americano, Luis Almagro Lemes, realizado ayer en el marco del 45° periodo de sesiones de este cónclave regional que tiene lugar hasta el martes 16 de junio en esta ciudad.
Pese a la tradición democrática de alcanzar visiones y propuestas de consenso, esta vez no ha sido posible del todo. La creciente y amplia presencia de sectores adscritos a posiciones religiosas, que por su mirada reducida de los problemas de la región y resistente al diálogo asume posturas fundamentalistas, ha sido un factor para que se dé esta situación.
En el marco de los cuatro temas de discusión planteado por la OEA (defendiendo los Derechos Humanos, fomentando el desarrollo integral y la prosperidad, promoviendo la democracia y garantizar un enfoque multidimensional de la seguridad), representantes de sociedad civil de distintas áreas de acción y procedencia lograron un documento de escasas bases comunes.
En lo que respecta al tema de seguridad, por ejemplo, coloca las graves violaciones a los derechos humanos en cada uno de los países de la región, sin especificación alguna, y plantea como necesidades que su abordaje sea multidimensional, que las fuerzas de seguridad actúen en forma eficiente pero no discriminatoria y que los sistemas de justicia sean independientes.
Plantea la creación de una relatoría especializada con el debido presupuesto y la instalación de un Foro Permanente de Sociedad Civil para continuar abordando este eje temático.
Sin embargo quedaron fuera, porque no alcanzaron consenso, la realidad de las trabajadoras sexuales que son asesinadas con total impunidad en países como Paraguay, así como la violencia y riesgo que rodea la exposición pública de las personas LGTBI en muchas naciones lo que desafía las políticas de seguridad ciudadana sin una respuesta integral hasta hoy que garantice justicia oportuna y políticas no discriminatorias.
Representantes de distintos colectivos expresaron su preocupación por la distorsión que se viene dando del mecanismo de participación de la sociedad civil la interior de la OEA.
“Necesitamos reglas claras y justas para el proceso de participación de la sociedad civil que permitan el dialogo, respeto y trato igualitario”, afirmó Mónica Coronado, coordinadora colegiada de la Campaña por una Convención Interamericana de los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos,
presente en los procesos.
“Nos hacemos eco de las palabras del secretario general Luis Almagro, durante la inauguración de la Asamblea, de lograr un diálogo hemisférico constructivo en base a la defensa irrestricta de la democracia y los derechos humanos sin dobles discursos ni dobles estándares”, remarcó.
Durante su intervención ante representantes de la región, Almagro Lemes afirmó que aboga por una agenda amplia, que se asienta en la imperiosa necesidad de que todas las personas tengan las mismas oportunidades, independientemente de su origen social, raza, género, orientación sexual, edad o discapacidad.
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Dijo que espera contribuir a una OEA comprometida en asegurar todas las libertades, para lo cual se debe atacar las bases de la impunidad en cualquiera de sus formas, corrupción, discriminación o crímenes de lesa humanidad.